TONI MANGAS: EL BATERÍA DE ELBICHO

MANGAS

TONI MANGAS: EL BATERÍA DE ELBICHO

#Entrevistas 01/05/2018

 

Hola Toni, cuéntanos de dónde eres y cómo te inicias en la música.

Es una pregunta un poco complicada para mí. Nací en Madrid pero con siete años mis padres se fueron a Alicante y me he criado en Elche. Mi padre es gaditano y mi madre asturiana. Tengo un buen “mezclijo”. Mi padre es muy aficionado a la música, ha tocado el laúd y otros instrumentos, y él me inició a mí y a mis cuatro hermanos en la música. Los dos más pequeños nos hemos dedicado profesionalmente.

 

¿Te formaste en el conservatorio?

Sí, yo estudié clarinete, pero le dejé. Mi padre me enseñó guitarra. A los 14 años descubrí la batería que fue lo que más me atrapó y me formé de forma autodidacta, hasta los 18 años que entré en una banda y volví a estudiar, hasta 5º de percusión. Ahora han puesto la opción de sacar el Conservatorio Superior en modalidad de jazz en Sevilla y me estoy preparando.

 

¿Cómo eran aquellos primeros grupos de rock que formaste?

Éramos colegas, que uno se echaba novia y... lo típico, nunca llegábamos a nada. Me cansé y empecé a estudiar por mi cuenta. Pasé de todos estos grupos y me dio por el jazz, música latina, africana...lo que me llevó a tocar en orquestas; y buscando músicos que hicieran otro tipo de músicas di con Miguel Campello, que también es de Elche, a través de un anuncio. Con otro chico grabamos una maqueta y con ella nos fuimos a Madrid en 1999, y allí montamos Elbicho.

 

En este mundo en el que estamos tan acostumbrados a poner etiquetas, llegáis con una propuesta fresca, distinta ¿eres capaz de definirla para quienes no os hayan escuchado?

Es complicado porque era un cúmulo de gente muy diferente, hay canciones que suenan flamencas, otras más rock, progresivo, fusión, world music… A mí me gusta llevarlo al rock andaluz psicodélico, recordamos a grupos de los 70 y eso resultó curioso.

 

Hay quienes os clasifica dentro del nuevo rock andaluz del siglo XXI. Más allá de ello, ¿qué influencia tiene en vuestra música grupos como Triana, Guadalquivir, Imán…?

No éramos conocedores de esos grupos, pero sí de las fuentes que alimentaban esos grupos, como Pink Floyd, Led Zeppelin, Camarón, Paco de Lucía, pero también teníamos influencia de world music, haber escuchado música india, africana… y esa fusión dio un resultado parecido.

 

¿Tú entonces no conocías a Triana, grupo de referencia del rock andaluz, cuando empiezas a tocas en Elbicho?

Solo conocía el tema “El lago”, y me adentré, tanto yo como Miguel, en Triana, Alameda, etc. porque había gente que nos lo decía, que le recordábamos a ellos. Yo conocía a King Crimson, Led Zeppelin, y en la furgoneta cada uno traía sus discos, Miguel venía con uno de Bambino, yo con uno de Pink Floyd y escuchábamos de todo, lo que nos hizo estar muy unidos respecto a la música que escuchábamos. Luego cada uno vivía en un sitio, teníamos niños, y se hacía más difícil.

 

En tu caso concreto, ¿qué tipo de música o qué grupos escuchabas en tu infancia y juventud?

Empecé bastante heavy. Un profesor de matemáticas me pasó una cinta de Barón Rojo y me cambió la vida, pero desde el punto de vista de la batería necesitaba buscar músicas en la que la batería hablara más, que no fuese solo una base rítmica, y tiré por el jazz, luego descubrí el jazz flamenco de Chano Domínguez, y fui conociendo tanto el flamenco como otras músicas a través del jazz.

  

Disco de oro con vuestros dos primeros discos, de 2003 y 2005, algunos temas se convierten en himnos, abarcando como nos comentas una variedad de estilos muy grande ¿con qué tema te quedarías tú de esta etapa de Elbicho?

Elegir un tema es bastante complicado, como si a un padre le dices que elija a un hijo. Yo creo que el segundo disco, que hicimos sin nuestro productor, Tino Di Geraldo, nos salió más asalvajado, y por ello es más fiel al espíritu del grupo: temas como la Suite, un instrumental de 14 minutos...Lo grabamos en parte en una masía entre Teruel y Castellón. Para mí, por todo, es el más auténtico.

 

Tras publicar un tercer álbum en 2007, un directo y uno de rarezas, en 2010 decidís tomaros un respiro, respiro que se prolonga ya casi 10 años ¿cuál fue o fueron los motivos de esta separación?

Es una carrera de fondo, el viajar...el equilibrio que tenía el grupo era muy bonito pero muy duro de mantener. Entre los discos de Elbicho y los que hace Miguel en solitario hay una diferencia bastante grande, porque en las composiciones participábamos muchos. Pero ese equilibrio costaba mantenerlo, por las discusiones que ocasionaba, y eso cansaba. Yo estuve viviendo con Miguel en el local de ensayo de Madrid 2 o 3 años, estábamos todos en Madrid y nos veíamos a diario, con el tiempo Miguel se fue a Águilas, Pepe a Alicante, el bajista a Cádiz y esa dispersión acabó con el equilibrio. Como las asperezas iban a más, antes que acabar como otros grupos que ni se miran a la cara, decidimos darnos un descanso, y cuando veamos que es el momento, volvemos. Yo pensaba que sería 1 o 2 años, pero parece que el momento no ha llegado. Desde 2011 que dimos nuestro último concierto en Polonia estamos esperando.

 

¿Qué falta para la vuelta de Elbicho, bien discográficamente o a través de gira en directo?

De momento Miguel tiene su proyecto en solitario y no creo que quiera compaginarlo. Desde luego si Miguel dice “vamos palante” está todo dicho.

 

¿Depende entonces de él?

Ahora mismo creo que sí, y eso que no fue suya la idea de parar, fueron otros miembros los que necesitaban un descanso.

 

Entrando en el ámbito más personal, ¿cómo llega este ilicitano a Tocina y Los Rosales?

El factor clave es mi mujer. La conocí en Madrid, en un calendario que estaba haciendo su asociación benéfica para reconstruir una escuela en Etiopía. Nuestro grupo se ofreció a colaborar, nos fuimos conociendo, nos enamoramos y para convivir uno de los dos se tenía que mover. Ella es de Sevilla, pero ya entonces vivía en Los Rosales. Como el grupo ya había parado y en Madrid no estaba haciendo gran cosa, me vine yo a Los Rosales, y aquí estoy desde hace 5 años.

 

¿Estás integrado, te sientes bien en nuestro pueblo?

A ver, me gusta el sitio, es tranquilo, pero me siento un poco alejado de Sevilla en cuanto al tema del trabajo: para ensayar, conocer gente, para tocar, eso es lo que más me cuesta. La gente me gusta también, mi padre quedó encantado cuando me visitó porque aquí uno habla con todo el mundo.

 

¿En qué proyectos andas ahora embarcado?

Tras Elbicho algunos miembros hicimos un grupo instrumental llamado Candelaria, grabamos un disco y últimamente hicimos una gira llamada “Bicheando”, en la que, igual que Miguel toca muchas canciones de Elbicho, nosotros rescatamos los temas instrumentales de la banda. Fue bastante bien, en Madrid llenamos el Café Berlín... pero ahora el grupo está en stand by con eso de vivir cada uno en un sitio. Mantengo relación con Carlos Tato, el bajista de Candelaria y Elbicho. Vive en Cádiz y lo veo más. Tiene un grupo llamado Jimiloy en el que colaboro y en el que también está mi hermano Fran. Tocamos hace un tiempo aquí en el NODO y gustó mucho.

También estoy con un chico de Sevilla que se llama Rafalutz, estamos montando temas para su disco; colaboro con Gurugú Cinexín, donde tocamos música en directo encima de una película de cine mudo. Colaboro también en La Banda de la María y con el dúo Aitor y María con los que estoy grabando su primer disco en Cádiz…

 

¿Para todo tienes que desplazarte y te viene muy a trasmano vivir aquí, no?


Me cuesta, alguna vez los engaño y ensayamos aquí, pero bueno, me organizo, voy dos o tres veces en semana a Sevilla e invierto todo el día allí.

 

¿Te dio bastante beneficios Elbicho?

Sí, además no éramos conscientes de lo afortunados que éramos haciendo nuestra propia música, tocar un concierto y ganar un dineral, funcionando comercialmente.

 

He visto por ahí que das clases de batería, ¿no?

Sí, estuve una temporada en Coria dando clases, pero me pillaba muy lejos, y en Sevilla a nivel particular doy clases de caja y batería. Aquí en el pueblo ahora mismo no tengo ningún alumno.

 

¿Algo que se nos haya quedado pendiente?

Agradecerte el interés y lo bien informado que estás, que se agradece, y que me gustaría exponer parte de lo que hago en el pueblo, bien en el auditorio o en la feria.

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