PATROCINIO PÉREZ RAMOS: LA MUJER MÁS ANCIANA DEL MUNICIPIO

PATROCINIO PEREZ RAMOS

PATROCINIO PÉREZ RAMOS: LA MUJER MÁS ANCIANA DEL MUNICIPIO

#Entrevistas 01/09/2019

Cuando hace 50 años Pineda Calderón finalizó la hechura de la Virgen del Patrocinio de Los Rosales, ya llevaba otra Patrocinio, Pérez Ramos, otros 50 años en este mundo. Concretamente nació en Carmona el 8 de febrero de 1919. De su localidad natal se trasladó primero al “Cerrao de Miura” (poblado cercano a El Pino) a una choza en la que convivió con su marido y sus hijos pequeños hasta trasladarse al barrio de Las Arenas en el segundo lustro de los años cincuenta. Con casi 101 años de existencia Patro sigue viviendo en su casa, gracias al apoyo de su familia, manteniendo una sorprendente lucidez mental impropia de su edad.

 

¿Cuándo y por qué dejó su Carmona natal y se vino a estas tierras?

En 1941, el trabajo estaba aquí. Ya estaba yo casada. Me casé con 21 años. Los Ramírez, primos de mi marido, tenían una parcela en el Cerrao y nos vinimos a llevarlas: regar y cultivar remolacha, pimientos... Allí habría unas 8 o 10 familias en diferentes chozas. Por temporadas volvíamos a Carmona, donde nacieron mis 3 hijos mayores. El cuarto nació aquí.

El ir y venir a Carmona era mucho jaleo. Me hicieron cartilla de racionamiento en Cantillana (pueblo del que dependía El Cerrao), y me la iba a llevar cuando me iba una temporada a Carmona, pero me dijeron que para qué me la iba a llevar, que la dejara para que cuando pudiesen me diesen las dos raciones; así que tenía dos cartillas, la de Carmona y la de Cantillana, hasta que se enteraron y me la quitaron.

Cuando tendría mi José (el pequeño) 5 años nos venimos a Las Arenas.

 

¿Por qué desapareció aquel poblado?

Aquellas tierras las vendieron para la vía. En Las Arenas no había nada, una charca enmedio. Recuerdo que Herminia sí vivía ya aquí, en este lado, y de la charca para allá, pegando a la carretera, solo vivía “La Sorda”.

 

La guerra civil le pilló aún en Carmona, ¿qué recuerda de aquello?

Que mataban a la gente en la calle. Me encontré a un amiga mía que llevaba algo en la cabeza. Al acercarme vi que la habían pelado al cero y le habían dado purgante. Me dijo “ayúdame” pero estaba frente del cuartel y si no quería correr la misma suerte no podía hacerlo.

 

¿Tenía usted más hermanos?

Fuimos siete, bueno, ocho. Una hermana, la que hacía la octava, murió con 6 años. Del resto, la más joven ha muerto con 86 años. Yo soy la mayor. De mis siete hermanos ya han muerto cuatro, marchamos de Carmona porque allí solo había campo. Se quedaron casi todos en Sevilla, a servir a los señoritos de Carmona que vivían en Sevilla.

 

Me comentaba que con 93 años sufrió un ictus, y que hace poco se cayó y por eso la pierna ya no está en condiciones, pero yo la veo muy lúcida, ¿tiene algún secreto en su dieta para mantenerse tan vital?

No como nada de pringue, ni huevo, ni pollo. Me gustaban mucho los huevos asados, pero hubo una plaga en Carmona por la que hubo que quemar todas las gallinas, y le cogí asco. Me pasó algo parecido con los conejos. Ahora como lo normal, un guiso de papas, de arroz, de fideos, un potaje, pero sin pringue, con aceite nada más.

 

¿Y medicamentos toma muchos?

Tres pastillas solo: para regular la tensión, un protector de estómago y una para dormir. Los médicos dicen que es de locos que con mi edad no tenga ni colesterol, ni azúcar, ni nada...

 

En estos más de 100 años, dígame su momento más feliz y el más triste.

El más feliz cuando tuve a mi primer hijo, a los 3 años de casada. El más triste cuando se murió mi marido, me llevaba muy bien con él, era muy bueno. Enviudé hace 24 años, fue un golpe duro.

 

Pero usted no se ha visto sola, se siente querida por su gente, ¿no?

Sí, está una a gusto. Lloro mucho porque me veo muy inútil, pero querida. Tengo 8 nietas, 2 nietos y 16 biznietos.

 

¿Qué siente al saber que es la mujer más mayor del pueblo?

Nada, que me ha tocado. Mi padre murió con 97 años y mi madre con 91. Mi hermana, que era la segunda, está en la residencia y tiene 3 años menos que yo.

 

¿Es entonces de genética vivir mucho en su familia, no?

Los médicos dicen que es de locos con mi edad no tener ni azúcar, ni colesterol, ni nada..

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