Juan Manuel Martínez Perea: Cómo esculpir un futuro

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Juan Manuel Martínez Perea: Cómo esculpir un futuro

#Entrevistas 01/10/2015

Nació en Tocina, sintiendo atracción por el dibujo desde pequeño. Estudió Arquitectura y posteriormente se licenció en Escultura donde obtuvo el mejor expediente académico de Bellas Artes 2007-2012.
Desde 2014 ejerce de profesor en la Universidad de Sevilla impartiendo clases de Talla Escultórica, Arte Público y Discursos de la Escultura. Ha expuesto sus obras en varios países.

 

¿Por qué decidiste estudiar Escultura?
Inicié los estudios de Arquitectura en 1991. Recuerdo que hasta el último momento dudaba si poner Arquitectura o Bellas Artes en la preinscripción para la Universidad. Supongo que me dejé llevar por las opiniones de quién pensaba que un arquitecto se ganaría mejor la vida que un artista. Una vez pasada la experiencia, creo que hay que apostar por lo que verdaderamente te gusta, aunque a mí me apasione la Arquitectura con el mismo grado que el resto de las Bellas Artes. Cuando comencé Bellas Artes, pensaba que haría pintura, luego el devenir de la carrera me decantó hacia la escultura.


Recientemente el Ayuntamiento ha distinguido a los/as estudiantes de Tocina y Los Rosales con mejores calificaciones. Tú fuiste el primero de tu promoción al licenciarte ¿esta distinción te ha abierto muchas puertas?
Esto me abrió la puertas para la concesión de un Contrato Predoctoral, que me está permitiendo desarrollar mi tesis doctoral al tiempo que imparto docencia en la facultad.


¿Qué vertiente de la Escultura te gusta más o te hace sentir más cómodo?
Para mí no hay nada más interesante que el cuerpo humano. Pienso que cualquiera que aspire
a representarlo con un mínimo de sensibilidad debe comenzar estudiando anatomía, y modelando en barro. Una vez se dominan estas dos disciplinas ya está uno capacitado para otros
procedimientos como el vaciado en diferentes materiales o la talla en piedra o madera, asistida al principio y directa después. La relación que existe entre Arte y Arquitectura es otro de mis temas de investigación artística.

 

Cuéntanos un poco sobre esta experiencia docente en la Universidad de Sevilla.
Enseñar a los alumnos de la Facultad lo que has aprendido tú de otros no hace demasiado tiempo, es una experiencia enriquecedora que hace que sigas aprendiendo de cada uno de tus alumnos, de sus ganas y de su empuje. Descubrirle a un alumno, un tema, un autor, una obra y ver en sus ojos la ilusión por conseguirlo y pensar que has sido tú el que ha plantado una semilla que puede germinar, es fantástico. Cuando comencé la carrera no pensaba en la docencia como una salida. Por otra parte, el actual sistema de adquisición de méritos y acreditación hacen que uno no pueda estar seguro de seguir en la universidad a medio o largo plazo.


¿Crees que los/as estudiantes de Bellas Artes tienen menos salidas profesionales que los de otras carreras? ¿Influye mucho el factor vocacional para elegirla?
Es indiscutible que no hay demasiadas empresas más allá de algún estudio de diseño, que contraten licenciados o graduados en Bellas Artes. El grueso de las salidas profesionales está en las oposiciones a secundaria previo paso por un máster de dos años. Pienso que es completamente vocacional, no creo que nadie la curse pensando en encontrar trabajo, todo lo más, podrá plantearse buscar un hueco que le permita trabajar por cuenta propia. Yo la hice porque sentía la necesidad de desarrollar unas aptitudes innatas. A los que están ahora en la tesitura de decidir la carrera universitaria que quieren cursar, les diría que hagan lo que verdaderamente les apasione, porque si consiguen ser los mejores siempre tendrán un lugar donde trabajar disfrutando del fruto de sus esfuerzos.

JUAN MANUEL MARTÍNEZ PEREA